Las Causas del Accidente
Lejos de lo que suele imaginarse, no son más fáciles de producirse los naufragios en alta mar y en medio de grandes tempestades, sino que entre las causas más frecuentes que recogen los manuales de navegación figuran el choque con escollo, la varada y la colisión con otra embarcación. Y estas tres causas de naufragio se producen, si no necesariamente sí más frecuentemente, en las proximidades de las costas. Un barco de los construidos para navegar en alta mar es dificilísimo que naufrague por voltereta o por pasarse de ojo - chocar con otra nave -, aun en medio de las más arboladas mares, si las olas no le han causado avería que le produzca vía de agua.Casi siempre que un buque se pierde en alta mar en una tempestad es debido a la vejez de su casco. Con el paso de los años éste puede perder resistencia a los choques de las olas, y los esfuerzos ocasionados por los balanceos y cabezadas tienden a desligar la estructura, aventando costuras o rompiendo planchas. También puede suceder que una mala estiba de la carga o su corrimiento a la banda ponga el barco en malas condiciones de estabilidad y flotabilidad y se produzca el naufragio.
Pero, ¿qué motivó que el Sirio encallase en los bajos?El Ministerio de la Marina italiana achacó el desastre a un error de ruta debido a la impericia o al descuido de quien en aquel momento pilotara el buque. El oficial que en ese momento dirigía el buque era el tercero, pero conocía su misión y, además, el propio capitán estaba junto a él en el momento del embarrancamiento. El capitán del barco, José Picone, llevaba 46 años navegando y 26 en la Compañía La Veloce, de la que era decano. Conocía a la perfección el oficio y las costas mediterráneas españolas ya que había realizado la travesía más de 20 veces. Por supuesto, todas las cartas de navegación recogían la existencia del bajo de las Hormigas.Piconne atribuyó el naufragio a una desviación de la ruta debido a las corrientes marinas, a una alteración de la brújula u algún otro fenómeno externo. Pero la tarde del 4 de agosto la mar estaba en calma y el buque obedecía a su gobierno, pues no tenía avería alguna.Algunos investigadores aluden a la desaparición de la caja fuerte para defender la causa del sabotaje. Aunque esta causa no es del todo descartable, no hay ningún indicio firme que la sustente.
Se barajó como causa también un capricho del capitán por ahorrar 7 millas náuticas para cumplir en el menor tiempo posible su ruta, a lo que Piccone adujo que "... no es cierto que quisiéramos abreviar la ruta ni establecer competición con los vapores León XIII y Mendoza".
Según Francesco Scardin, Piccone ya había sufrido un accidente con otro barco, recordando que "... della stima universalmente goduta ebbe prova nel recente infortunio toccato al suo vapore, il Perseo" (41). Esto fue escrito años antes de la tragedia.En su momento, el capitán del "Marie Luise" declararía que siendo "... un viejo veterano de la línea Marsella-Orán y buen conocedor de aquellas aguas, se extrañó de que un buque de tanto porte navegase a tal velocidad (al menos 15 nudos) y tan pegado a tierra en un lugar con tantos bajos como aquél". (42)
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